Le Figaro

Buenas tardes a todos, soy el reportero Charles Fornie, hoy estamos aquí para hablar sobre la “influencia española”.

Noviembre de 1918, nos encontramos en las trincheras con algunas personas afectadas por esta enfermedad, son más de 200 millones de personas las que se encuentran hoy aquí combatiendo esta epidemia, los espacios libres que teníamos para los nuevos contagiados se están agotando, cada vez son más los infectados y no se cree que podamos lidiar con esta situación, ya han sido más de 50 millones de muertos en lo que llevamos luchando contra esta enfermedad. Y aun así todavía no han encontrado una posible cura.

Se dice que los primeros casos fueron detectados en la base militar de Fort Riley el 4 de marzo. Tras registrarse los primeros casos en Europa estos pasaron a España, este país se encuentra neutro en todo este conflicto por lo que no censura la publicación de los informes sobre la enfermedad y sus consecuencias, a diferencia de estos países que se encuentran más centrados en el conflicto bélico. Por ser España el único país que está proporcionando información al resto del mundo sobre la epidemia, se cree que allí se produjo el origen de la enfermedad.

Se han realizado varias autopsias pero ninguna puede dar con el propagador de esta enfermedad, lo único que se ha encontrado hasta ahora es que afectaban al árbol respiratorio lo que produce insuficiencia respiratoria. Las muertes por esta epidemia se encuentran entre los hombres de 18 a 49 años.

Los hombres aquí, se encuentran desesperanzados haciéndose a la idea de que nunca más volverán a ver a sus familias, de que no saben hasta cuando les durará este sufrimiento, necesitan superar la enfermedad para verse invencibles tal y como se veían antes.

Se cree que los alemanes se echarán para atrás en esta guerra, proclamando así su rendición, no saben lo que podrían ganar si se quedaran en ella, pero tampoco lo que podrían perder, están perdiendo muchos soldados debido a la guerra pero sobre todo a la epidemia, tantas bajas no son buenas para el desarrollo de un país ya sea ganador o perdedor, por lo que probablemente estarán decididos a retirarse, aún no es afirmativa esa superstición pero ya os iré informando a medida de que tenga nuevas noticias.

Y doy mucho ánimo a todas aquellas familias que combaten con esta enfermedad, y a todos aquellos que luchan porque otros salgan adelante, a pesar de estar en plena guerra, pero recuerden: TODO SE PUEDE.