¿Hitler en los juicios de Nuremberg?
Nos
encontramos hoy aquí para interrogar a uno de los dictadores más temidos de
Alemania, Adolf Hitler, este hombre fue hallado en un búnker mientras
finalizaba la guerra (segunda guerra mundial), y lo tenemos hoy en este
tribunal para entender por qué realizó semejantes atrocidades.
Comencemos
con el juicio:
Fiscal aliado. Queremos saber qué fue el
Stalingrado, ¿podría proceder a explicarlo?
Hitler. Claro fiscal, lo que usted desee. El
Stalingrado fue un enfrentamiento entre el ejército rojo de la Unión Soviética
y la Wehrmacht de la Alemania Nazi, se desarrolló entre el 23 de agosto de 1942
y el 2 de febrero de 1943. Se dice que fue la batalla más sangrienta, pero en
mi defensa diré que no pretendíamos causar tantos daños, a pesar de eso,
sufrimos una grave derrota, lo que significaría el principio del fin de la
Alemania Nazi.
Fiscal aliado. Si no se pretendían causar tantos
daños, ¿por qué decidieron realizar este
enfrentamiento?
Hitler. Porque pretendíamos demostrar que los
nazis éramos superiores a la Unión Soviética, pero sucedieron algunos estragos
y no pudimos manejarlos de la forma correcta, lo que ocasionó la muerte de
algunas personas, pero me gustaría destacar que la intención no era causar un
enfrentamiento tan sangriento.
Fiscal aliado. Entiendo, tengo otra pregunta que me
gustaría que respondiese con total sinceridad.
Hitler. Usted dirá.
Fiscal aliado. ¿Qué sucedió la llamada noche de los
cristales rotos?
Hitler. Bueno, esa no es una pregunta fácil,
he cometido muchos errores y nunca he tenido la intención de hacerle daño a
nadie, es más, yo siempre he seguido las órdenes de los demás nazis.
Fiscal aliado. Entendemos que quiera justificarse,
pero todos los fiscales estamos al tanto de que usted era el líder de los
nazis, así que esta es la última vez que le pregunto, ¿qué sucedió la noche de
los cristales rotos?
Hitler. Discúlpeme señor fiscal, la noche de
los cristales rotos fue una de las peores de mi vida, y no me gustaría
recordarla, así que ¿podemos pasar a otra pregunta?
Fiscal aliado. Por favor señor Hitler, no le
volveremos a hacer la misma pregunta otra vez, ¿nos puede contar qué sucedió
esa noche?
Hitler. Está bien, la noche de los cristales
rotos fue una serie de ataques ocurridos en la Alemania Nazi durante la noche
del 9 al 10 de noviembre de 1936.
Fiscal aliado. ¿Podría seguir contándonos lo que
sucedió?
Hitler. No tengo nada más que añadir señoría.
Fiscal aliado. Ah, ¿no? Y ¿por qué no nos cuenta que
esos ataques fueron contra ciudadanos judíos?
Hitler. Permítame que me disculpe, pero no
tenía idea de que esos ciudadanos eran judíos, es más, no dependíamos de razas
para ejecutar a alguien.
Fiscal aliado. No estoy del todo seguro con eso,
todos los aquí presentes sabemos que usted estaba en contra de todos los
ciudadanos judíos, ¿nos podría explicar por qué?
Hitler. Le vuelvo a comentar que no tenía
nada en contra de esa raza.
Fiscal aliado. Lo más lógico es que intente usted
defenderse, pero evitando cada una de las preguntas que procedemos a hacerle,
lo único que va a conseguir va a ser estar detenido por muncho más tiempo, en
cambio, si respondiese a lo que le preguntamos, esto podría finalizar en un
periodo de tiempo más corto.
Hitler. Tiene usted razón, pero solo le diré
lo siguiente: algunas personas piensan que odio a esa raza porque estoy
avergonzado de tener ascendencia judía, y otras personas creen lo mismo pero
por el hecho de que contraigo una enfermedad venérea provenida de una
prostituta. Ahora usted cree la que más le convenga o crea alguna otra excusa
como han hecho el resto de seres humanos.
Fiscal aliado. ¿Está sugiriendo que dé rienda suelta
a mi imaginación porque usted no va a contarnos la causa de su odio?
Hitler. Exactamente.
Fiscal aliado. Le recomiendo que conteste a nuestras
preguntas con total sinceridad, y no haga esta clase de jueguitos que hace
ahora.
Hitler. Si no tiene nada más que preguntarme,
es mi turno de irme.
Fiscal aliado. Espere un momento señor Hitler, aún
tengo algunas preguntas que hacerle.
Hitler. Dispare.
Fiscal aliado. ¿Quién tiene que disparar?
Hitler. Me refería a que puede proseguir con
sus preguntas, no se pensará que tengo a alguien en este tribunal preparado
para ejecutarle, ya sabe que a mí no me gusta hacer daño a las personas.
Fiscal aliado. Está bien, como usted bien dijo, si
no le gusta hacer daño a las personas, ¿por qué eliminaba a las personas que
sufrían de alguna minusvalía?
Hitler. En mi defensa diré que esas no son
personas.
Fiscal aliado. ¿Cómo va a decir eso en un tribunal?
Todos somos personas aunque tengamos alguna mal formación o nos falte alguna
parte del cuerpo, así que repetiré mi pregunta, ¿por qué procedía a eliminar a
las personas que sufrían alguna minusvalía?
Hitler. Como ya bien dije, esas no son
personas, no sirven para el pueblo y no deben seguir con vida si no sirven para
nada.
Fiscal aliado. Señor Hitler, lo único que nos
demuestra en este tribunal es que usted es un dictador que disfruta haciendo
daño a los ciudadanos, y una persona de pensamientos racistas.
Hitler. ¿Algo más que decir en mi contra?
Fiscal aliado. Sí, tengo una última pregunta.
Hitler. Dígame.
Fiscal aliado. ¿Por qué eran tan importantes para
usted los Juegos Olímpicos de Berlín?
Hitler. En esos juegos podríamos haber demostrado
lo que valía Alemania, pero hubo un hombre que se interpuso en nuestra
felicidad y en nuestros afanes por ganar.
Fiscal aliado. ¿Podría decirnos quien fue ese
hombre?
Hitler. ¿Aquella no era la última pregunta?
Fiscal aliado. ¿Por qué le incomoda tanto que le
sigamos haciendo preguntas?¿Se siente culpable?
Hitler. Claro que no, no me puedo sentir
culpable si no he hecho nada para sentirme de ese modo.
Fiscal aliado. Entonces respóndanos a la pregunta
que le hicimos, ¿quién fue ese hombre?
Hitler. Ese hombre fue el atleta
estadounidense Jesse Owens.
Fiscal aliado. ¿Le tiene usted rencor a dicho
hombre?
Hitler. ¿Podría parar ya de hacerme preguntas
absurdas?
Fiscal aliado. ¿Le gustaría que siguiéramos mañana?
Hitler. Sí, por favor, necesito descansar.
Fiscal aliado. Pues mañana lo volveremos a convocar
en estos tribunales. Hasta mañana, ya puede retirarse.
Hitler. Gracias, hasta mañana.
La actividad, publicada fuera de plazo, se ajusta de modo suficiente a lo pretendido cuando fue formulada. Se observa conocimiento del personaje, algunos elementos básicos de su biografía, pero falta una contextualización histórica apropiada. Hay términos incluidos (de obligada inclusión) cuya presencia no se acompaña de la percepción de que se conoce el significado. En otros casos, sí. Calificación: 7.
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